Mayo es el mes mayor, procedente del latín magnus, según algunos. Otros lo hacen derivar de la diosa Maya, diosa pagana, hija de Júpiter, igual que junio procede de la diosa Juno. En torno al primer día del mes tienen lugar las celebraciones conocidas con el nombre de Mayos. Mientras unos hacen remontar su origen a los prehistóricos bosquimanos o al Neolítico, otros lo atribuyen a la antigua civilización fenicia, que exaltaba la primavera, o a los griegos, que manifestaban su adoración a los dioses. Otros ven connotaciones rituales totémicos a la divinidad primaveral o de los árboles. Civilizaciones posteriores prerromanas, como los celtas, la asimilaron. Y lo mismo hicieron los romanos, con adoración y culto a numerosos dioses. En síntesis, representaba para todos la llegada de la primavera y su fecundidad con las primeras flores del año.
En la península ibérica se celebran en casi todas las regiones de España y Portugal, siendo el principal hilo conductor el celebrarse a principios del mes de mayo o durante todo el mes. La maya o el mayo es un tronco o palo alto que se alza en la plaza o lugar público y donde concurrían los mozos y mozas a divertirse con bailes, cantos y festejos. En algunos casos los jóvenes competían por trepar por el árbol. En Castilla y León se denomina a la acción de poner el palo o árbol “colgar el mayo”, “plantar el mayo” o “pinar o pingar el mayo”.
Tristemente perdida y felizmente recuperada, aquella costumbre renació cual Ave Fénix en Jiménez de Jamuz a mediados de los años 80 (¿1984, 1985?). Por estos años, los vecinos del barrio La Ermita recuerdan haber puesto su primer Mayo: “La Novia”. Le siguió al año siguiente “Lola Flores” con el que ganaron su primer premio con un jurado compuesto por personas del pueblo. Y ya en 1988 nos consta documentalmente (Revista Jamuz, nº 16) que celebraban una fiesta por todo lo alto por haber conseguido el primer premio en el que ya tenía forma consolidada de concurso.
Cómo se construye un Mayo: Lo que antaño sólo era un largo palo con un monigote colgado, ahora es arte en lo que se viene llamando “tradición renovada de los mayos”. Artísticas figuras cobran vida sobre un soporte o armazón de tablas que recuerda al antiguo tablero jiminiego que se construía para “echar” comedias. Este armazón generalmente se compone de los siguientes elementos:
- Cuatro o más patas de madera más o menos gruesas sobre la que irá la tarima;
- La tarima o meseta está construida con tablas y sobre ésta reposará el mayo elegido. Alrededor de los dos metros es la altura ideal: ni demasiado bajo que cualquier desaprensivo lo pueda manipular ni demasiado alto que dificulte su observación;
- El mayo propiamente dicho que constará de uno, dos o más personajes (nunca se han representado más de tres). Los personajes actúan en las dos facetas más habituales, bien como protagonistas bien ilustrando una acción, actividad u oficio;
- A todo el conjunto, y colocado en un lugar bien visible, se le añade un cartelón con un texto o leyenda alusiva, preferentemente rimado, que describe la escena que contemplamos. Llevará destacado un titular arriba y el nombre del barrio o grupo que lo construye, con el año en la parte inferior derecha.
Después de quince días de trabajo, llega la noche del 30 de abril en que cada grupo participante se afana en dar los últimos toques para que a las doce de la noche esté listo para ser visitado. Cada barrio mantiene en el secreto mejor guardado lo que miles de visitantes podrán admirar a partir de cada 1º de mayo. Desde la hora mencionada y al son de una charanga, ya es costumbre que cada grupo visite esa misma noche los mayos de los demás grupos.
Video Mayo «Las Águedas de Jiménez». Barrio el Cueto 2024